HOMENAJE A ÓSCAR FREIRE 

Oscar Freire levantando los brazos en los Mundiales de ruta en Verona. 10 octubre 1999.

¿QUIÉN ES ESE QUE HA GANADO?
¿QUIÉN ES ESE TAL OSCAR FREIRE?

Esta era la típica pregunta que se hacían todos en la tribuna de comentaristas de televisión, nada más ganar Oscar su primer mundial en Verona 1999. No había referencias de él. ¿Quién es ese tío? ¿De donde ha salido? Era la pregunta que reinaba entre la prensa desplazada.

Nosotros, Pedro González y yo, teníamos más datos, pero tampoco mucho que contarles. Que fue segundo como sub23 en San Sebastian. Lo consiguió al sprint, por lo tanto era rápido, por ello me sorprendió aún más su actitud, porque en los parámetros normales en ciclistas con buena punta de velocidad como él, era mejor guardar fuerzas para el sprint final, que con 250kms en tus piernas andan ya muy escasas. Que llevaba un mal año, por culpa de las lesiones. Y que vino al Mundial por la cabezonería del seleccionador, Paco Antequera. Era cántabro y poco más. Todavía no se había creado esa imagen de despistado que le han hecho tan famoso años después.

Un chispazo, un cortocircuito en su cerebro, quien sabe lo que animó a Freire a arrancar en solitario, a falta de 600 metros de la meta y no esperar al sprint. Jugárselo todo a una carta, todavía hoy me parece extraordinaria esa apuesta. Lo que está claro, es que esa arrancada ha cambiado la historia del ciclismo español y lógicamente la suya.

Últimos metros de los Mundiales de Verona 1999, Lisboa 2001 y Verona 2004.

No quiero contar aquí, como he hecho con otros homenajeados, quien es Óscar Freire. Está muy fresco en la memoria de todos y aún nos cuesta no verle dentro de ese pelotón profesional, que ha estado a lo largo de sus 15 temporadas (1998-2012). Además hay muchas referencias en internet con crónicas, entrevistas, fotos y vídeos que cuentan perfectamente este ciclista extraordinario y atípico para nuestro país, que nos ha hecho a todos los aficionados, estar pendiente de los mundiales, clásicas y llegadas masivas de las grandes vueltas. Además, recientemente, se ha escrito un libro sobre él, ‘Óscar Freire. El genio del arco iris’, de Juanma Muraday, quien cuenta exhaustivamente quien cómo llego al ciclismo y sus logros.

Libro sobre Óscar Freire. El genio del arco iris’, de Juanma Muraday

Corredor brillante en categorías inferiores, su salto al profesionalismo estaba cantado. Su primer año en la élite ya consiguió su primer triunfo, la primera etapa de la Vuelta a Castilla a León.

Su segundo año, 1999, se presentaba muy esperanzador, pero una lesión, le tuvo muchos meses en el dique seco por culpa de una dolencia en una rodilla. Y no fue hasta el mes de julio, después de una operación, donde comienza a compitir con asiduidad. Y aunque no hizo la Vuelta a España, Paco Antequera (selecionador nacional de ruta) le comentó que contaba con él para el Mundial de Verona. Así, ante la incredulidad de muchos, Freire forma parte de los integrantes de la expedición española a Verona.

Del anonimato a la gloria

Su presencia en el Mundial fue más la fe ciega que puso el seleccionador en aquel entonces, Paco Antequera, más que su trayectoria o méritos conseguidos en un año para olvidar por culpa de la lesión. Llegó con 12 días de competición a Verona.»Oscar siempre me ha gustado mucho. Para ganar un Mundial, se necesita un hombre muy rápido y nuestro país siempre ha estado falto de ello. Lo realizado por Oscar en el Mundial sub23 de San Sebastián me hizo pensar que ese corredor podría haber llegado. Por eso le llevé al Mundial al año siguiente en Valkemburg. Allí vi un gran potencial, aunque terminase 17º. Al año siguiente recibí muchas críticas por llevarle, pero para mí, había un corredor fijo para los mundiales, ese era Freire«. Comenta Paco sobre el cántabro. Antequera es el seleccionador mas laureado que ha tenido España en los mundiales (cuatro oros, tres platas y dos bronces).

Dos años después, en Lisboa 2001, se jugó el tipo pegado a las vallas para vencer en un sprint numeroso y conseguir su segundo maillot arco iris.

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  Portada del diario Marca al día siguiente de su primer Mundial.

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  Otra portada en Marca para Freire, después de su triunfo en el Mundial de Lisboa.

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  Nueva portada para Freire en Marca 4 octubre 2004.

Su tercera victoria en seis años y su ascenso al Olimpo de los tricampeones mundiales se produjo de nuevo en Verona 2004. España controló toda la carrera, realizando toda una exhibición de poderío, dejando en entredicho a los grandes favoritos, los italianos. Mismo escenario pero el sacrificio en la recta final de Valverde, que hizo de lanzador, dió de nuevo otra victoria mundialista gracias a esa soberbia punta de velocidad del cántaro. Freire se unía al selecto grupo de los tricampeones del mundo: Alfredo Binda (1927, 30 y 32), Rik Van Steenbergen (1949, 56 y 57) y “El Caníbal» Eddy Merckx (1967, 71 y 74). Todavía en activo, estamos ante un mito del ciclismo.

Óscar ha tenido el cuarto mundial a tiro en varias ocasiones. Durante 8 años hemos soñado todos los aficionados al ciclismo con ello, pero los abatares de la carrera nos ha dejado a todos con la miel en los labios en conseguir marcar un record histórico.

No solo de mundiales ha vivido Freire.

Tres clásicas Milán-San Remo. Cuatro etapas más el maillot por puntos (2008) del Tour. Siete etapas de la Vuelta a España. Hasta sumar más de setenta victorias como profesional. Su palmarés hubiera podido ser aún mayor pero el cántabro ha sido un ciclista especialmente torturado por lesiones y caídas, la última, la que le privó de otro de sus sueños deportivos, ser campeón olímpico. Como lo sucedido en la sexta etapa de su último Tour (2012). Allí se fue al suelo con una dolorosa factura: tres costillas rotas, un pulmón perforado y una gran ocasión perdida en los que hubieran sido sus cuartos Juegos, donde la selección española lo volvió a echar en falta.

Últimos kilómetros de la Milan San Remo 2004.

“Si hubiera sido belga sería un ídolo” ha declarado el cántabro. Y no le falta razón. Como otros españoles en los últimos años tuvo que buscar su futuro en el extranjero, entre esto y la poca tradición al ciclismo de clásicas que hay en España, no ha sido reconocido en su gusta medida en el país que le vió nacer.

Este año no podía dejar escapar la oportunidad de invitarlo a mi Marcha. Así que gracias Óscar por acompañarnos en este día y que todos los participantes disfruten de tu compañía.