Conocer cosas sobre Roberto Heras es muy fácil pues hay numerosas entrevistas o referencias de él en internet, en este apartado trato de refrescar su carrera deportiva, pues según pasan los años, los recuerdos se quedan arrinconados y aquí trato de poner de nuevo en valor los logros que realizó para el ciclismo español.

Y especialmente darle las  gracias por brindarnos que nos acompañe este año en La Perico 2022.

Roberto Heras nació en Bejar (Salamanca) un 21 de febrero de 1974.

En una localidad tan pequeña y donde se vivía muy de cerca los éxitos de su paisano Lale Cubino (Bejar, ciclista profesional entre 1986 y 1996), es fácil entender que ese chaval, como tantos otros de la zona, empezará a dar a los pedales a temprana edad en la Escuela de Ciclismo de Bejar. Por poner en contexto, muy cerquita de allí salió otro corredor importante y coincidiendo con nuestro protagonista, Santi Blanco (Puerto de Bejar 7 de junio de 1974).

Roberto enseguida empezó a destacar como juvenil muy brillante en las subidas con el equipo de casa, el Caja Salamanca y Soria. Ya como aficionado, tenía muy claro que para dar el salto al ciclismo profesional se tenía que ir a correr al País Vasco. Allí se fue con el Café Fortaleza (filial del equipo Orbea). Su mayor éxito entre muchos, fue al campeonato de España en ruta en 1995 en Segovia, que le abriría la puertas para correr en el equipo Kelme en 1996 y un año después dar el salto como profesional. 

Kelme (1997 – 2001)

Enseguida demostró su capacidad escaladora excepcional, en su debut como profesional​ (1997) vence en la 12ª etapa de la Vuelta a España, en el Alto del Morredero (Ponferrada),​ en la que finalizó quinto en la General. Poco después en la clásica de la Subida al Naranco suma otro triunfo.

1998, se lleva el Gran Premio Primavera y se otra victoria de etapa de la Vuelta a España, la 19ª con final en Segovia y finalizando de nuevo 5º en la General.

1999, se lleva de nuevo el Gran Premio Primavera y debuta en el Giro de Italia con 25 años. Finaliza 5º y llevarse la etapa reina con final en Aprica (et. 21ª con Passo del Tonale, Gavia, Passo del Mortirolo y Valico di Santa Cristina).En La Vuelta roza el triunfo en varias etapas, pero era ya muy vigilado y todo era más difícil, haciendo podio en Madrid (3º).

2000 centrado totalmente en las grandes vueltas, debuta en el Tour de Francia con un brillante 5º puesto en la General. Dejando su sello de escalador en la última semana de carrera con varios recitales, especialmente el de la etapa alpina con final en Morzine (et. 16ª), donde finaliza 3º, dejando de rueda al todopoderoso ese año, Lance Armstrong. Esta demostración de fuerza, hizo que el americano le quisiese a toda costa a su lado para la temporada siguiente.

En La Vuelta llega por fin esa victoria en la General que le estaba esperando desde hacía unos años. Se puso de líder en la etapa 14º en Los Lagos, para no soltarlo. Además sumaría a su palmares 2 victorias parciales, la etapa 7 con final en Morella y la 20ª con llegada en Abantos.

US Postal (2001 – 2003)
2001 fue un año de transición, el idioma, la nueva forma de trabajar, aleccionado a trabajar para Armstrong… el caso es que Roberto no brilló a título personal como sus seguidores hubieran querido.

En el Tour de ese año, actuó como gregario de Armstrong en las etapas de montaña, destacando en los Pirineos en Saint-Lary-Soulan (Pla d’Adet) que fue 4º) como al día siguiente en Luz Ardiden, 5º y finalizando 15º en la ronda francesa.

Como ganador de La Vuelta Heras lleva el dorsal 1, pero está lejos de las prestaciones del año pasado y aunque se deja ver de forma importante en los finales de etapas en montaña. Fue 4º en la etapa 11ª con final en la estación de Pal (Andorra) y 4º de nuevo en la 15ª en el Alto de Aitana. Se echa en falta la chispa del año pasado. Finalmente pierde el tercer puesto del podio en la última contra reloj de Madrid frente a su compañero de equipo Levi Leipheimer.

2002 más asentado en el equipo se le ve con otra alegría. Gana la Volta a Cataluña. Al Tour sabe que su función es arropar a Lance, soltando dos recitales en las etapas de los Pirineos con final en La Mongie (et. 11ª), donde fue segundo detrás del todo poderoso Lance Armstrong. El día después es tercero en Plateau de Beille (et. 12ª). En los los Deux Alpes (et. 15ª) hace un meritorio 11º, el primero, justo detrás escapada numerosa consentida. En La Plagne (et. 16ª) es décimo. Solo se puede mover siempre muy en la parte final, cuando el americano tenga todo controlado, lo que le permite finalizar 9º en la General.

En la carrera de casa, es líder indiscutible del US Postal. Se lleva la etapa de La Sierra de La Pandera (et. 6º). En el Alto l’Angliru (et. 15ª) vuelve a llevarse la etapa y consigue el preciado Dorado, distintivo en esos años del líder en La Vuelta, hasta que en la última contrarreloj y última etapa, lo perdió frente Aitor González.

2003 sería su último año en el US Postal, se le veía un corredor más maduro, con más confianza en sí mismo.

La temporada lleva suspasos y en su primer gran test, la Volta Cataluña, se le escapa frente a un José Antonio Pecharromán fortísimo.

En el Tour ya sabe a qué va, pero una caída le dejó lastrado cuando la carrera llega a los Pirineos, es un querer y no poder como se vió en la etapa 13ª camino de Ax-3 Domaines.

Esta claro que la carrera que quiere a Heras es La Vuelta. Esa edición la revelación es Isidro Nozal, líder desde la cuarta etapa,. Por más que le atacan los escaladores en las jornadas de montaña, sabe dosificarse y aguantar el maillot dorado, la carrera estaba decantada para su lado. Pero la fatiga le llega de golpe ante los ataques de Heras subiendo Navacerrada con final en Villalba (19ª etapa). Al día siguiente, en la cronoescalada de Abantos de poco más de 11 kilómetros, parecía que no peligraba el liderato, con ese minuto y 55 segundos que Nozal tenía sobre Heras. Pero corre atenazado, con una gran crisis mental y con un resultado nefasto. Roberto le priva de la victoria, con victoria de la crono y logrando su segunda Vuelta.

Liberty Seguros-Würth (2004-2005)
Se le ve féliz con el cambio de colores y muy concentrado para las grandes vueltas. Su primer test de cara al Tour es la Euskal Bizikleta, donde se lleva la victoria. En la ronda francesa las caídas le vuelven a mermar, especialmente en la etapa de Plateau de Beille donde se le escapa la carrera definitivamente y termina por abandonar para recuperarse de las distintas lesiones y preparar La Vuelta.

En la carrera de casa es otra historia, a las primeras de cambio demuestra que es el más fuerte, se impone en Calar Alto (et. 12ª) y logrando el ‘dorado’ que ya no lo cederá en el resto de la prueba, a pesar del poderío que muestra el asturiano Santi Pérez. Roberto es el segundo corredor, junto a Toni Rominger, en lograr los 3 triunfos en La Vuelta.

2005 Su inicio de temporada es más tranquilo que otros años. Roberto sólo piensa en las grandes vueltas.

Llega el Tour con ganas de resarcise de otros años, pero ya en la primera etapa, una crono individual de 19 kilómetros cede 2:18 sobre Armstrong. Más tarde,  en la famosa etapa de Courchevel donde un joven Valverde bate al americano, Heras pierde casi 10 minutos. Al día siguiente, en el Galibier en su vertiente más dura y camino de Briançon, vuelve a perder otra minutada. El Tour no es su carrera y mientras pasan las etapas, su cabeza está en La Vuelta.

Granada es el arranque de esa edición, quiere resarcise  de una temporada gris. En la primera cita con la montaña, corrobora que esta es su carrera, gana en Valdelinares (6ª etapa) y se pone de líder. En la crono de Lloret de  Mar (et. 8ª) lo cederá ante Denis Menchov.  En las etapas de montaña, el ruso aguanta perfectamente los envites del español. Y cuando parecía que la carrera estaba decidida ante un sólido Menchov, Heras se la juega en el descenso de la Colladiella, a 60 kms de la Meta en Pajares, en un más que peligroso descenso con el añadido del asfalto mojado. Por delante rodaban sus compañeros Caruso y Vicioso,que se ponen a tirar de él, 15 segundos después rodaba en solitario Menchov. Finalmente se impuso el grupo y Heras ganaría la etapa y se pondría de líder para no perderlo y ser el primer corredor en ganar 4 Vueltas a España.

Un positivo por EPO en octubre de 2005 de La Vuelta de ese año, puso un precipitado fin a su carrera como profesional. El 24 de junio de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León anula la sanción por dopaje impuesta el 7 de febrero de 2006. El 21 de diciembre de 2012 el Tribunal Supremo de Justicia confirma la anulación de la sanción al corredor bejarano por una serie de irregularidades, con lo que Roberto Heras vuelve a aparecer en el palmarés de la Vuelta a España como ganador de la edición 2005.

Mientras litigaba su inocencia con las administraciones, expiraron sus dos años de sanción, tenía varias ofertas de equipos profesionales modestos. Aunque se había especulado mucho con su regreso y él mismo había declarado que tenía intención de volver, decidió retirarse, ante la amenaza que sufrieron distintos equipos de si fichaban a Heras, no serían invitados a correr las carreras más importantes.

Ese fin amargo no influyó a ‘mandar todo a paseo’, sino se refugió en la práctica deportiva y en pruebas de gran fondo de bicicleta de montaña. Destacando la Titan Desert donde la ganó en cuatro ocasiones 2008, 2010, 2011 y 2012, así como otras pruebas de ámbito internacional en Costa Rica, Mongolia, Sudafrica… Actualmente, sin dejar la bicicleta de lado, participa en pruebas de los ultra trails de montaña de la mano de su hermano Miguel, uno de los mejores corredores españoles de ultra trail.

4 veces ganador de La Vuelta a España, la corrió 9 veces y dice que «siempre me ha encantado y me encontraba muy bien físicamente después del Tour de Francia. La Vuelta a España siempre venía después del Tour. Entrenaba durante 3 o 4 semanas y la tenía muy por la mano: tenía mucha confianza, conocía prácticamente todos los puertos y he tenido muy buenos equipos que me han ayudado mucho en La Vuelta, que es muy importante. También he tenido caídas, he corrido con puntos en la rodilla, me he puesto enfermo, pero no sé por qué, me encontraba muy a gusto y siempre he sabido cómo manejarla y llevar el liderazgo de un equipo.»

«El Giro d’Italia lo hice una vez y me encantó. Y creo que el Tour de Francia es la mejor carrera, porque hay mucha tensión y mucha presión… Al Tour sí que llegaba en buenas condiciones físicas, pero por diferentes factores y caídas nunca pude estar como a mí me hubiera gustado, exceptuando el primero en el 2000, donde conseguí la 5ª posición.»